martes, 9 de diciembre de 2014

Come as you are (de albóndigas y amistad verdadera)

Hola, amiga. Hola, amigo. ¿Eres de esos a los que les gusta organizar fiestas en casa? Seguro que sí. Creas un evento en Facebook (solo para invitados, porque ya te sabes aquello de la chica holandesa a la que se le fue de las manos y la lió parda), afirmas que va a ser el acontecimiento del año y anuncias con magnanimidad que tú pondrás la comida - que es una forma sutil de decir que el que no se traiga puesta la bebida se va a tener que hacer los gin tonics con Nenuco.

Si eres muy profesional, si realmente quieres triunfar, es posible que vayas a una tienda de esas de escandichorradas y compres cositas de decoración con motivos hipsters y modernos, como bigotes con las puntas rizadas, bicicletas o alces (si hay un animal moderno ese es el alce). Después buscarás unas cuantas recetas de albóndigas en internet (sí, nenes, las albóndigas ahora molan, si no lo sabíais podéis agradecérmelo en la sección de comentarios), comprarás pan de pueblo (que es otra cosa que ahora lo peta), unas patatas fritas y puede que prepares algo con vegetales frescos, como un guacamole o una ensaladita con con unos toques frutales para que tus invitados vean que eres una persona que se cuida - ese tipín no se va a mantener solo.

Mucho antes de eso ya habrás hecho dos cosas bastante importantes: una de ellas, elegir tu outfit. Algo en Marsala, quizá, porque si el Pantone dice que va a ser el color de 2015 tú lo tienes que llevar antes de que sea mainstream. Si eres chico, puede que optes por resaltar tu lado lumbersexual con tu mejor camisa de cuadros, tus mejores botas de montaña y tu mejor hacha, que además te resultará muy útil para cortar el pan de pueblo. La otra cosa importante es preparar la playlist. Para ello, seguirás todos los pasos recomendados por los profesionales de los eventos, asegurándote en todo momento de que se reconoce tu buen gusto musical.

Tú, amigo, amiga, tú lo que pasa es que VAS DE GUAY. ¿A quién quieres engañar? Hasta hace un par de años no sabías ni lo que era el Pantone, has tenido que googlear "lumbersexual" y te has copiado media playlist de la pestaña "descubrir" del Spotify porque en el fondo no te gusta la electrónica indie. A nadie le gusta. Eres una persona normal y eso está bien. Vale, seguramente sí te gustan las albóndigas porque a quién no le van a gustar, son carne picada con forma de bola, pero todo lo demás (salvo quizá el pan de pueblo) es una farsa. Y yo te digo: ¿es eso lo que quieres? ¿Una corte de aduladores que solo se acerque a ti porque pareces cool? Eso no es verdadera amistad. Déjame que te diga lo que tienes que hacer si quieres separar el grano de la paja y darte cuenta de quiénes son tus verdaderos amigos. Dales VERGÜENZA AJENA.



AtenciónTres premisas fundamentales, solo tres:

1) Sé radicalmente inadecuado. Por ejemplo, si habías pensado empezar con una cena tranquila y un poco de charla, sorprende con algo inesperado. Sugiero dar la bienvenida a tus invitados con algo totalmente fuera de lugar y dos datos fundamentales sobre ti: 1) te gusta la pachanga y 2) sí, veías Operación Triunfo, ¿y qué? Hello, my friends!:


Alternativamente, puedes marcarte un Pablo Iglesias mientras sirves las albóndigas (las albóndigas son lo único que merece la pena de tu planificación inicial) y arrancarte cantando algo de la Mandrágora con la excusa de que vivimos una época de cambio y vuelve la canción protesta. Piensa que tú no tienes al lado a Javier Krahe y que vas a tener que cantar a capella, lo cual lo hará todo un poco más ridículo:


Por motivos personales, y al margen de la música, me resulta especialmente entrañable la opción de intentar pelearte a manotazos con tus invitados. Si no les gusta, son unas mierdas secas y no merecen tu amistad. Y ya está:



2) Presume de síndrome de Peter Pan. Que se note que, aunque hace tiempo que te quitaste las fotos de la Superpop de la carpeta, sigues sabiendo lo que le gusta a la chavalería. Asegúrate de decir en voz alta "esto es lo que le gusta a la chavalería". Asegúrate de decir "chavalería". Pon algo de Auryn y asegúrate de corear el estribillo. Si te preguntan quiénes son Auryn di que los One Direction españoles. Si te preguntan quiénes son One Direction, vuelve al paso anterior: "lo que le gusta a la chavalería". Has triunfado:


Que no te parece suficiente Auryn, por lo que sea. Vale. Hay más opciones. Recomiendo a Abraham Mateo, el Justin Bieber gaditano, y su infalible combinación de laísmos y Spanglish. No diré nada más:


¿Que tampoco? Da el paso definitivo y pon algo de Gemeliers. Los Gemeliers son como un libro de Ira Levin en versión canción ligera. El futuro distópico de la música española. Pero tú ponlos. di que hay que apostar por la gente que está haciendo cosas nuevas. Y quédate tan ancho:



3) No tengas miedo al ridículo. Aquí hemos venido a jugar. Si quieres triunfar en tu misión, tienes que estar dispuesto a todo. Y eso incluye bailar. Bailar ASÍ o morir:


Ten en cuenta que al final de esta reunión puedes ser que nadie te vuelva a llamar. Pero si alguien lo hace, ten por seguro que será una persona con la que podrás contar para el resto de tu vida. Vas a tener que exponerte, el reto es grande pero también la recompensa. Y recuerda que la vergüenza ajena (como bien sabe A., responsable intelectual de este post) SIEMPRE es tendencia. La vergüenza ajena es democrática y no entiende de clases sociales. Si dar vergüenza ajena fuera tan malo, ¿lo intentaría Beyoncé? Yo creo que no. Así que... ¡suerte!


jueves, 5 de junio de 2014

Europe's living a celebration (la fiesta de la democracia)

Querido diario: 
Hace mucho tiempo que no escribo porque mi vida es tediosa como un maratón de discursos de Mariano Rajoy, pero esta vez tengo que contarte una cosa muy importante. Hasta ahora no era una persona completa. O sea, persona física sí y persona jurídica también, pero bueno, querido diario, no me líes. Que no era yo una persona completa. Pero el otro día ya sí. El otro día FUI A VOTAR.

democracy party

No es que no hubiera votado nunca, ojo. Que yo he votado en todas las elecciones que se han celebrado desde que alcancé la mayoría de edad. En todas las locales, autonómicas, generales y europeas, y porque no me dejan votar en otros continentes. Pero siempre por correo. No sé por qué. Creo que es una especie de pereza anticipatoria que desencadena en mí una reacción paradójica, esto es: la anticipación de la pereza que me va a dar ir a votar el día de las elecciones hace que, sistemáticamente y desde hace más de diez años (dejémoslo ahí) me pegue el palizón de ir a Correos, solicitar la documentación y, una vez recibidas las papeletas, volver a Correos para mandar mi voto, lo que constituye un patrón de comportamiento totalmente contradictorio. En fin, eso y que me quedo con las papeletas para hacer la lista de la compra (truqui democrático).

Pero este año, por razones diversas que te explicaré más adelante, querido diario, me pilló el toro y tuve que acudir a mi colegio electoral. Y esta vez sí, rodeada de urnas, cabinas de votación y alegres electores, pude comprender el entusiasmo de quien vive la democracia por primera vez:


Pero no te voy a mentir, querido diario: yo no iba a votar. No es que lo mío fuera una abstención convencida, simplemente estaba desmotivada. Está el panorama político muy triste, ya ni siquiera se componen canciones electorales con gancho como esta:


De hecho, el único partido que este año contaba con una canción oficial para su campaña era el Movimiento RED de Elpidio Silva. Y llámame superficial, pero a mí esto tampoco me motivaba:


Y así pasaban los días, entre la abulia y la indecisión, hasta que un día, hablando con P., votante convencida, decidí revisar los programas de todos los partidos (incluso el de VOX, por qué no, por diversión o por interés morboso, una es así). Pero, casualidad o serendipia, querido diario, una gastroenteritis se cruzó en el camino de la democracia, dejándome fuera de combate para mi ansiada revisión programática y lanzándome de nuevo al pozo de la desidia. No somos nadie. 

Pero bueno, querido diario, no te creas que mi convalecencia fue en vano. Durante mi reclusión forzosa tuve contactos con la troika-pero en bien (¿te acuerdas de la troika-pero en bien? Es que últimamente me dejaban muy a mi aire), en referencia a las elecciones europeas. Concretamente F., que también es votante convencida, me animaba a ejercer mis derechos como ciudadana de la UE y me recordaba que ya era hora de vivir una electoral experience a la antigua usanza:


Paralelamente, también mantuve una reunión al más alto nivel con mi grupo de ideólogos de cabeceraA., C., G., I. y M., con los que compartí, así en conjunto, la jornada de reflexión, porque yo no soy muy de reflexionar si no me fuerzan a ello. En cualquier caso, y una vez tuve decidido mi voto, solo me faltaba por superar un último escollo: encontrar mi colegio electoral. Como nunca había ido físicamente a votar y no me había llegado la tarjeta censal, me la jugué, a lo loco: me dirigí al colegio más cercano a mi residencia (bueno, a  mi anterior residencia, querido diario, da igual, no me hagas contarte mi vida). Y no acerté a la primera, con lo cual hice un poco el ridículo, pero sí a la segunda. Eso sí, la entrada al sactasanctórum electoral fue un poco decepcionante. Yo esperaba que la fiesta de la democracia fuera algo así:


Y me encontré con algo más bien de este palo, más que nada por la media de edad de los electores:


Al entrar en el colegio electoral, a un lado, había unas mesas en las que se acumulaban papeletas que nadie iba a usar (no daré nombres para no herir susceptibilidades) y que espero que después hayan reciclado. Luego estaban las del PP y las del PSOE, y unas de las que habían puesto menos porque creían que no pero luego sí, que eran las de Podemos. Al otro lado había unas cabinas con una cortinilla, que son como un fotomatón pero que están también llenas de papeletas y sobres, por si uno es vergonzoso. Me fijé en que las papeletas te las ponen desordenadas para que te entretengas un poco en encontrarlas, en plan brain training. También observé que hay al menos cuatro clases de votantes:

1) Los que cogen todas las papeletas de la mesa y se van con ellas a la cabina, para sembrar el desconcierto entre el resto de los electores.

2) Los que se meten directamente en la cabina para preservar al cien por cien el secreto del voto, que es una cosa que me gusta porque soy muy del secretismo como el KGB.

3) Los que cogen una única papeleta delante de tus morros y la meten en el sobre para que veas lo orgullosos que están de su opción política, que tampoco me parece mal. Si es que a mí todo me parece bien.

4) Los que vienen con el sobre de casa. Esos son votantes muy convencidos o bien personas que vienen con su voto nulo preparado, como este señor o señora:

HOTRO FRANCO

Pero bueno, querido diario, el caso es que al final acabé introduciendo mi voto en la urna, que es lo que interesa. Me sentí realizada como ciudadana. Jajajajaja, no, es broma, querido diario, pero me hizo ilusión porque no había salido de casa en tres días. También me lo pasé muy bien con los resultados electorales, porque me recuerdan mucho a Eurovisión, y más en este caso. Ah, y me enteré de que vuelve a ser moderno saberse las canciones de Quilapayún:


Y eso, querido diario, que me apetecía contártelo, porque en esta vida no todo es ver vídeos de la Tigresa del Oriente, también hay tiempo para el compromiso y la seriedad. Porque la política europea es cosa seria:

lunes, 19 de mayo de 2014

Viva forever (II)

Como decíamos en el post anterior, NO, Forever no fue el fin de las Spice Girls (habría sido irónico, con ese título)... pero casi. Sin llegar a ser una debacle, el tercer disco de la banda no llegó a cuajar, y "alguien" se lo debía ver venir, porque quien más, quien menos, todas ellas aprovecharon el parón de 1998-1999 para ir buscándose las habichuelas por su lado. O dicho de otra manera, para comenzar una carrera en solitario, con desigual fortuna. A saber:

Mel C comenzó su andadura en solitario colaborando con Bryan Adams en When you're gone, un tema que - corregidme si me equivoco - lo sigue petando en Kiss FM:


- Mel B lanzó en 1998 su primer sencillo como solista, I want you back, con la participación de Missy Elliott, en el que fue su primer éxito y, siento adelantar acontecimientos, también el último:


- Emma Bunton colaboró en 1999 con Tin Tin Out en una versión de su canción What I am, que posteriormente formaría parte de su primer álbum en solitario, A girl like me (2001).


- Victoria Adams se casó con David Beckham.


Mientras tanto, Geri Halliwell (que ya volaba sola desde 1998) tiraba de herencia hispánica y sex appeal (?) para forjar propia leyenda, jalonada de exquisitas piezas como la gran Mi chico latino ("¡Ay! Qué sueño, dolce y pequeño / yo no sé, yo no sé / perro no es un cuento / mi corrazón con torrmento / chico latino te quiero / o simplemente deseo / yo lo sé el camino / es una sueño latino"):


En 2000 Mel B, Mel C, Victoria y Emma volvían con Forever en una especie de sí pero no, y en 2001 el grupo se disolvía definitivamente. ¿Definitivamente? No del todo. El mundo no podía vivir sin las Spice Girls. Los fans reclamaban su vuelta. El Imperio Británico reclamaba su vuelta. PJ Harvey (en Glastonbury 2004) reclamaba su vuelta:

PJ Harvey

Y algunas de las Spice estaban caninas, por qué no decirlo, así que... 

Vuelven las Spice Girls (por segunda vez) 
En 2007 todas las componentes del grupo, incluida Geri Halliwell, decidieron reunirse para una gira final de despedida con la que pretendían resarcir a sus fans de su abrupto adiós y cerrar definitivamente el ciclo de la girl band. Así que, ni cortas ni perezosas, grabaron una canción de bye bye - Headlines (Friendship Never Ends) y se hicieron un tour por medio mundo para demostrarnos que aún eran esas HAMIJAS pizpiretas que habían conquistado nuestros corazones.

BIBAH forever

Pero al parecer esta última gira no fue suficiente despedida para las Fav Five, quienes, henchidas de patriotismo y espíritu olímpico, decidieron prepararse para una nueva aparición estelar en los Juegos Olímpicos de Londres, en lo que me gusta denominar como (necesito redoble)...

El tercer advenimiento de las Spice Girls
Ya sé que esto está teniendo muchos apartados, no es culpa mía si estas muchachas no ven el momento de retirarse forever, dejadme vivir. En Londres 2012 se batieron récords míticos como el de los 100 metros lisos, y otros, de los que quizá se ha hablado demasiado poco, como el de mamarrachismo. La ceremonia de clausura de los Juegos, un evento en el que la Gran Bretaña pretendía presumir de variedad musical (como Cadena 100), se convirtió en una mezcla bastante sui generis, con un sonido bastante deficiente, en la que lo mismo valían los Beatles que Jessie J, lo mismo David Bowie que One Direction y, como guinda final, la re-reunión de las Spice Girls para la ocasión. Impaguéibol:


No sé muy bien qué pasaría tras esta re-reunión, lo típico, supongo, "pues ya te mando yo un whatsapp si eso", "si te pasas por LA avísame y nos tomamos un café" y esas cosas. El caso es que, unos meses después, las Spice volvían a reunirse, esta vez para amadrinar la presentación del musical subre su carrera: Viva forever. El musical, que cosechó unas críticas bastante negativas (malditos haters) y que ahora me arrepiento de no haber ido a ver, estuvo en cartel apenas unos meses, cosa que no me explico viendo el tráiler:


¿Qué fue de... las Spice Girls?
Lo siento, no podía resistirme a utilizar este título, siempre he querido hacer un "qué fue de". Pues bien, Mel C había comenzado a explotar su lado malote en Northern Star (1999), un disco medio rockero, medio no se sabe muy bien qué que alcanzó un éxito considerable. En 2003 había llegado Reason, Beautiful Intentions en 2005, This time en 2007 y The sea en 2011. No, no los he oído todos, por quién me tomáis, lo he sacado de Wikipedia. Y si lo que dice Wikipedia es cierto, Melanie C es la más exitosa de las Spice Girls y la única artista femenina que ha alcanzado el número 1 de Inglaterra como parte de un quinteto, un cuarteto, un dúo y en solitario. BOOM. Lo último que hemos conocidode ella es esta tediosa bonita balada grabada en 2012 con su compañera Emma Bunton:


Melanie Brown, por su parte, había sido despedida de Virgin en 2000 por el escaso éxito de su disco Hot (2000)(¿cómo os creéis que se ha comprado Richard Branson una isla y una flota de aviones? Pues ya os digo que haciendo obras de caridad NO), tras lo cual encaminó sus pasos hacia el mundo de la interpretación, tanto en cine y televisión como en el teatro, alcanzando su mayor éxito con el papel de Mimi en R.E.N.T. En 2005 intentó volver a la música con L.A. State Of Mind, que pasó totalmente desapercibido, y en 2013 hizo un último intento con For once in my life, tirando de jamonismo en el videoclip para atraer se nuevo a sus fans, pero ni por esas. Ya no, Mel B, ya no.


Emma Bunton había intentado desde sus comienzos en solitario deshacerse de su imagen infantil con A girl like me (2001), al que siguieron Free me (2003) y Life in mono (2006). Poco que mencionar sobre la carrera post-Spice de Emma, aunque personalmente aprecio la dignidad de sus intentos. Emma, doble golpe en pecho, índice señalándote - RESPECT:


Victoria (ahora Beckham) no se llegó a comer jamás una rosca en el mundo de la música, pero su carrera como diseñadora está en pleno apogeo gracias al apoyo de grandes de la moda como Karl Lagerfeld. Como dato de interés, Victoria es capaz de diseñar y correr en la cinta, CON TACONES, al mismo tiempo. Nada más que añadir.

VB

Oh, sí, Geri Halliwell. Aparte de unos cuantos éxitos musicales (algunos bastante sonados, como su versión de It's raining men para la banda sonora de El diario de Bridget Jones y algunas apariciones en programas de televisión, Geri, mujer del renacimiento, escribió una serie de relatos infantiles protagonizados por Ugenia Lavender, un personaje inspirado en ella misma porque uno tiene que escribir sobre lo que conoce, no por egocentrismo. En 2010 Geri anunciaba su regreso al mundo de la música y, como me apetece terminar este post a lo Pulp Fiction, en plan circular, creo que deberíamos volver a escuchar su último éxito, una genialidad inexplicablemente ignorada por el gran público, Half of me. Viva forever (and ever).

jueves, 15 de mayo de 2014

Viva forever (I)

Hay cosas que no se planean, pero pasan porque tienen que pasar. Hace unas semanas, mientras buceaba en los comentarios de un artículo de The Guardian sobre Hello Kitty, de Avril Lavigne, y otros despropósitos en el mundo del videoclip (acertadamente recomendado por A., que sabe de qué pie cojeo) descubrí una perla que no tiene nada que ver con Avril (ella merece un post aparte) y que hasta aquel momento había permanecido ignota para mí, oculta en los recovecos de YouTube:


Geri Halliwell y su temazo Half of me me llevaron inevitablemente a emprender una exhaustiva investigación a partir de la cual PMB recupera su sección de monografías y con la que pretendo rendir homenaje a una de las bandas más grandes de la historia del pop universal: las Spice Girls. Al lío. Echando cuentas, TODOS los que tenéis más de 25 años habéis vivido de manera consciente el fenómeno Spice Girls en todo su esplendor. Los que tenéis entre 25 y 20, si es que este blog tiene algún lector en esa franja de edad, habréis oído hablar de ellas. Si tenéis menos de 20, no os ajunto. En cualquier caso, recordemos brevemente la trayectoria de las Fab Five.

Corría el año 1994 cuando Chris y Bob Herbert, a la sazón padre e hijo, managers de profesión y listos cual ardillas, decidieron dar una respuesta femenina a la moda de las boy bands que la petaban en aquel momento, léase Boyzone, East 17Take That antes de que Robbie Williams los mandara a la mierda y mucho antes de que Gary Barlow empezara a evadir impuestos (Dios mío, este post está adquiriendo tintes de regresión). Para conseguir su propósito de dominar el mundo (del pop) el primer paso era conseguir a sus futuras estrellas. Tras un multitudinario casting al que se presentaron cientos de candidatas, y después de algunos avatares en los que no me extenderé (para ello tenéis la cuasitesis doctoral que algún friki - más friki que yo - ha escrito en Wikipedia), la alineación definitiva quedó compuesta por las archiconocidas Victoria Adams, Melanie Brown, Melanie Chisholm, Geri Halliwell y Emma Bunton. La flor y nata del Imperio Británico.

BIBAH forever

Lo que más molaba de las Spice Girls es que cada una tenía una personalidad diferente a la de las otras y un apodo, como los superhéroes y la gente de los pueblos. A saber: Victoria era Posh Spice (la pija, que teóricamente era elegante, no sé muy bien para qué estándares); Geri era Ginger Spice (la pelirroja, porque era pelirroja, aquí no había muchas ganas de complicarse la vida); Mel C era Sporty Spice e iba siempre con chándal, algo que Karl Lagerfeld tildaría de derrota ante la vida pero que en los 90 era totalmente aceptable, incluso admirable (cuidado con los 90); Emma era Baby Spice, la más infantil e inocente así de aquellas maneras, y Mel B era Scary Spice, por lo que fuera (porque lo scary era el conjunto).

En julio de 1996 comenzó una brutal campaña de promoción que básicamente consistía en colarlas en cualquier medio en cualquier momento y con cualquier excusa. Yo juro que escuché un programa monográfico sobre ellas en Radio 3, y no sé muy bien en qué circunstancias, pero guardo el recuerdo de haber visto esta actuación el mismo verano que descubrí las Pringles en una estancia en Irlanda (hola, yo viví la época pre-globalización), y haber flipado con ello. Con las dos cosas:


El histórico hit Wannabe tenía también, cómo no, su videoclip, un plano-secuencia de 4 minutos (para los neogafapastas que habéis descubierto el plano-secuencia con la escena de los moteros en True Detective, siento decíroslo pero ellas lo hicieron antes), rodado en el St. Pancras Hotel de Londres, que no te podías sacar de la cabeza ni haciéndote lobotomizar:


Tras extender el Girl Power por todo el mundo con su primer disco, Spice, nuestras heroínas se lanzaron en barrena al mundo del cine con la injustamente denostada Spice World (1997), delirante comedia musical heredera de títulos como A hard day's night (1964) o Help! (1965) - con los Beatles no os faltáis tanto, ¿eh? Spice World era una gran broma llena de luz y color (como una falla), incluía intervenciones de estrellazas británicas de todos los tiempos como Gary Glitter, Elvis Costello, Bob Hoskins o Roger Moore, y yo escribí una crítica muy faltona sobre ella en el periódico del instituto porque era joven y pretenciosa y no sabía lo que decía:


El estreno de la película venía precedido del lanzamiento del segundo disco de las británicas, Spiceworld (lo escribieron todo junto para que no se llamara exactamente igual que la película pero vaya, poco esfuerzo creativo hay ahí). La presentación de este segundo disco, con todo el bombo, todo el platillo y toda la expectación de los fans, tuvo lugar en Granada, tierra soñada por su jefe de prensa. Al pie de la Alhambra, las Spice Girls lanzaban al mundo su criatura en medio de unos fastos que hubieran hecho palidecer al mismísimo Boabdil. Antena 3 se hacía eco de la noticia en este reportaje que por sí solo vale más que todo este blog. Atención:


Spiceworld (que no intenten convenceros de lo contrario esos amigos vuestros modernos que ahora se van al Primavera) contenía verdaderas joyas del pop como Stop o la que fue seleccionada como primer single, Spice up your life, cuyo videoclip es como un sueño de Kim Jong-Un si Kim Jong-Un tuviera una banda de chicas (y no entiendo que aún no sea así). Un estado absolutista comandado por las Fab Five. Ni George Orwell lo hubiera hecho mejor:


Pero supongo que la avaricia  rompe el saco, y estos amagos de megalomanía no fueron sino el principio del fin del fenómeno Spice. En 1998 Geri Halliwell dejaba el grupo por diferencias con sus compañeras, lo cual supuso una pérdida irreparable a pesar de la cual el resto de la formación decidió continuar con su carrera. El primer single publicado sin la pelirroja llevó por título Goodbye (sutil, muy sutil) y no creo que lo recordéis porque básicamente no se comió un rosco. El mundo añoraba a la más mamarracha de las Spice:


Poco después el grupo decide tomarse un descanso, del que regresó con un tercer álbum, Forever, que logró colocar un single (Holler) en el número uno de las listas británicas, y poco más. Forever era lo peor que se puede decir de un disco de las Spice Girls: era aburrido. Puede que nuestras chicas intentaran madurar cuando nadie quería que maduraran, o puede, sin más, su momento hubiera pasado. ¿Era el final de la historia de las Spice? Pues NO. Pero el final de la historia no lo contaremos hoy. Stay tuned.

jueves, 24 de abril de 2014

Dulces prendas por mí mal halladas

No tengo mucho tiempo para escribir esto. No es que esté muriendo, no quiero sonar dramática. Aunque no es mucho mejor. Estoy de mudanza. Os diré una cosa sobre las mudanzas: todo eso que dice la gente sobre el impacto emocional que supone enfrentarte a la casa vacía y ver tu vida metida en cajas… todo eso son chorradas. Las mudanzas son una mierda porque tu vida, amigo, amiga, no se va a meter sola en esas cajas. Lejos de eso, el sujeto mudante tiene que agachar el lomo (“lomo”, para puristas del lenguaje, es el área anatómica que en los animales de cuatro patas se corresponde con la región dorsal, y en humanos, en lenguaje más o menos coloquial, con las regiones dorsal y lumbar), hacer una cuidadosa selección de toda su mierda, llenar bolsas y bolsas de basura y finalmente guardar y clasificar lo aprovechable – ahora sí – en esas cajas que posteriormente deberá cargar, con los consiguientes dolores musculares y articulares, incluyendo eventuales problemas de cervicales con mareos, problemas para dormir y otras delicias.



Pero en todo esto hay una parte divertida, si uno la sabe apreciar (esto es, si el dolor de espalda no es excesivo). Los cajones, cuando no se han limpiado en años (igual estoy contando más de lo que debería) son una fuente inagotable de sorpresas y un útil recurso para el autoexamen. No sé se recordáis aquel programa de la MTV (del cual Neox hizo una adaptación todavía más outrageous que el original) en el que un chico o una chica inspeccionaban las habitaciones de tres potenciales citas. Pues este es el momento en el que el sujeto mudante descubre que nunca tendría una cita consigo mismo - si ello fuera posible en nuestro universo.

Cuando buceas en la acumulación secular de trastos de armarios y cajones, es muy posible que encuentres cosas que te gustaría no reconocer que son tuyas, pero la cruda realidad es que forman parte de tu historia y admitirlo es sano, sujeto mudante. Una de las primeras cosas que encontré en un cajón fue esta postal del Padre Jony.

Padre Jony

El Padre Jony (Joan Enric Reverté), también conocido como el "cura rockero", nació en Amposta y ha desarrollado su carrera músico-sacerdotal entre las provincias de Tarragona y Castellón. Tras militar en varias formaciones como los Seminari Boys o Properly, el reverendo reúne una nueva banda con la que comienza su carrera en solitario, que por el momento nos ha dejado dos discos: Provocando la paz y El buscador. En ellos, el Padre Jony adapta al rock temazos de misa como Qué alegría cuando me dijeron o Pescador de hombres. Pero sobre todo, el Padre Jony fue el primero en celebrar una misa rockera en una catedral. A tope:


Otra de las cosas que escondía mi casa (porque las voy a enumerar así, totalmente randomly) era este ex-bote de Paladín a la taza con pegatinas de Operación Triunfo

OT

Para los más jóvenes, Operación Triunfo fue el gran talent show en la España de los primeros años del siglo XXI, aquella en la que las urbanizaciones de adosados con piscina comunitaria surgían cual setas en otoño y los bancos repartían créditos y vajillas como en una Navidad perpetua. En fin. En qué circunstancias esas pegatinas y ese bote llegaron a mi vida, es un recuerdo que mi cerebro ha bloqueado. Pero sí recuerdo que en su momento fui fiel seguidora del programa, que fue una locura colectiva tanto o más inexplicable que la desaparición del MH370 y que es estupendo método para ejercitar la memoria. Todos sabemos que David Bisbal salió de OT, pero ¿recordáis a Enrique Anaut?


Más difícil, ¿recordáis a Idaira?


Y sobre todo, ¿recordáis a Vicente Seguí? Si habéis contestado afirmativamente a cualquiera de estas preguntas enhorabuena, el estado de vuestra memoria es mejor que el de la media española. Aunque puede que deseéis que no fuera así.


Pero sigamos con el inventario. En uno de mis cajones, como por arte de magia (no, tenéis razón, no es magia sino dejadez), apareció esta tarjetita de una fiesta de Eurovisión con una pegatina de la canción de Islandia en el festival de 2010. 

Islandia

En este caso recuerdo que en la fiesta en cuestión te daban tu pegatinita a la entrada y, si encontrabas a una persona con una igual que la tuya, el bar te invitaba a una consumición. El truco es que era una fiesta de Eurovisión en España y no había nadie con tu misma pegatina porque nadie va a fiestas de Eurovisión en España salvo yo. Para los que no conozcáis Je nesais quoi: es un temazo, os lo digo ya, y siempre he pensado que la erupción del volcán Eyjafjallajökull perjudicó las opciones de Hera Björk en esta Europa vengativa. 


Siempre he sido fan del festival de Eurovisión, como he contado en este mismo blog, y eso me lleva a mi siguiente hallazgo: un CD de Nonstop

Nonstop

Comprado en un viaje a Lisboa, ante la incredulidad de la cajera de una tienda cercana al Parque de las Naciones, esta es una de las adquisiciones musicales más carentes de sentido que he hecho en mi vida. No me gustan, no estaban de moda ni siquiera en Portugal y no lo he llegado a escuchar nunca. ¿Por qué, entonces? ¿Porque soy una fetichista de lo trash? Puede. No, no puede; LO SOY, y mis mejores amigos lo saben. Nonstop, una banda de chicas formada por las ganadoras del Popstars portugués en 2001, participó en Eurovisión 2006 con Coisas de nada, que ya hemos reseñado en alguna ocasión y con la que no se comieron un torrao. La buena noticia es que, incluso así, tuvieron mucho más éxito que sus homólogas españolas, Bellepop, a las que creo que ha llegado el momento de recuperar. Ya estáis tardando en convertir Chicas al poder en vuestro himno:


Pero no se vayan, aún hay más. La joya de mi colección, de la que probablemente sea una de las nueve o diez únicas poseedoras, es este CD de Vicente Ramírez, que no sé muy bien cómo llegó a mis manos: 

Vicente Ramírez

Vicente Ramírez, para los que no vivís en la comarca de L'Horta, es, y cito su web oficial (creo que esto merece un análisis de UX, A.), "es el interprete valenciano que más canciones ha dedicado a su tierra y en especial a las fiestas y tradiciones de los valencianos".  Desde su cuartel general, ubicado en la Sala Canal, en Pinedo, Vicente lleva años (más de los que tiene la foto que luce en su web, que bien pueden ser treinta) cantando a las flores, la luz y el amor, y encandilando a parejas con su voz melodiosa y aterciopelada. Modernas, si de verdad os gusta lo vintage, reivindicad esto, con un par de huevos:


Seguiría repasando el muestrario de productos potencialmente vendibles en el rastro, pero las fuerzas me abandonan y aún tengo que desmontar algún mueble. Amigos que estáis de mudanza, o bien haciendo una limpieza a fondo de vuestro hogar: no temáis. Si encontráis algún resto de vuestra vida pasada no sintáis vergüenza, abrazad el pasado, aceptadlo, y después tiradlo al contenedor adecuado. Cuidad del planeta. Y luego pedid cita con el osteópata.