lunes, 12 de noviembre de 2012

Alegría de vivir

Yo no quería. Me he resistido con todas mis fuerzas. No quería caer ni hacer caer a nadie, pero el abismo atrae, el pozo es muy grande y cabemos todos. No lo había planeado así, pero una serie de acontecimientos recientes me obligaban a hacer lo que voy a hacer: primero G. me sugirió la idea, y después A. me pasó esta lista de Jot Down de canciones deprimentes que me hizo recordar la propuesta de G. Ahora es cuando diréis: “ah, ya, como no tiene ideas se va a copiar de la Jot Down”. Pues no, listos, a mí me ha pasado como a Pablo Berger con Blancanieves: The Artist se estrenó primero, pero a él se le había ocurrido antes. Así que a quién vais a creer, ¿a unos tipos que se hacen los guays editando una revista trimestral en blanco y negro o a mí?

En fin, independientemente de lo que queráis creer, y de que el tema esté muy trillado, hay algo que está claro: como dice A., “si hay que regodearse, mejor hacerlo con estilo”. Yo, de vez en cuando, sucumbo a esos momentos de insistencia en el bajón, y para ello tengo mi colección particular, que se renueva periódicamente y que incluye piezas relativamente recientes como Where dreams go to die, de John Grant, El dolor del miembro fantasma, de Fernando Alfaro o Love more, de Sharon Van Etten. Todas ellas invitan a ovillarse en la cama y dejarse morir, como está mandado en estos casos.

cortavenas

Sin embargo, al margen de fetiches personales, existe todo un repertorio de canciones cortavenas que han marcado a generaciones enteras. Y aquí de nuevo voy a pisar el terreno de lo masivo. Porque esto va así: un éxito cortavenas NO lo eliges tú. Te persigue, está en todas partes y puede sonar en el momento más inoportuno. Por ejemplo, si naciste en los 70 te has deprimido sí o sí con Love will tear us apart, de Joy Division. Yo no lo tenía claro, pero la escuché hace poco durante una despedida y el efecto fue inmediato. Es la típica canción-trampa, parece que ese ritmillo contagioso va a ser todo positividad, pero cuando te descuidas te has echado la soga al cuello y el resto de la noche solo vas a ir a peor. Una delicia para depresivos ochenteros y/o modernas revivalistas.


Si hay una generación que lo haya tenido fácil para revolcarse en el lodo de la tristeza es la de los nacidos entre finales de los 70 y principios de los 80. Si eras adolescente en los 90, ante ti se abría todo un abanico de posibilidades para fustigarte y poner cara tristona mientras pensabas en tus miserias puberales escuchando canciones que te recordaban que eras una mierda. Cualquier persona de entre 25 y 35 años medianamente sana debería señalar Creep (1992), de Radiohead, como una de las canciones más deprimentes que ha escuchado en su vida, y añadiré que debería haberla cantado a grito pelado en algún momento de la misma. Ahí lo dejo.


Si digo que en los 90 había todo un océano de posibilidades para la delectación en la desgracia es porque lo había. Efectivamente, como todos sabemos un gran éxito cortavenas es por definición mainstream, ya que debe ser capaz de aglutinar el regodeo miserable colectivo en un acto de catarsis potencialmente reconfortante (o potencialmente autolítico). Y no hay ningún cortavenas más mainstream que Everybody hurts (1992) de R.E.M. Si no te da penita ver a Michael Stipe, tan poca cosa él, encogidillo, paseando por la autopista como si su vida no valiera un euro (ya es decir) es que no tienes humanidad ni nada que se le parezca.


Pero si en la primera mitad de los 90 todavía no te habías querido morir con alguna de estas, qué sé yo, porque tal vez eras demasiado joven o estabas ocupado disfrutando con los Juegos Olímpicos de Barcelona o la Expo de Sevilla y sus insuperables mascotas, no había problema. La tendencia al decaimiento continuó durante unos años, y los éxitos bajoneros seguían lloviendo gracias a bandas como Placebo. Without you I'm nothing (1998) es otro básico de la autoconmiseración adolescente y no tan adolescente; si la simple visión de Brian Molko no había acabado con tus ganas de vivir esta oda a la falta de autoestima lo acababa haciendo, seguro.


Los nacidos a finales de los 80 y principios de los 90 lo han tenido todavía más fácil. Son prácticamente nativos de Internet y han podido tener acceso a material lacrimógeno mayoritario y minoritario, de cualquier parte del mundo, en cualquier momento. Pero el hecho de que tengas la posibilidad de autocompadecerte sin freno con cualquier herramienta musical a tu alcance con solo utilizar un dedo para hacer click no significa que el hit autoflagelatorio global haya muerto. Hace un par de años, sin ir más lejos, volvió a pasar: señoras y señores, el gran cortavenas de 2011 y 2012, la mujer que consiguió que todo el planeta hiciera pucheros mientras recordaba una ruptura mal resuelta, un pelotazo destrozavidas, un arma de destrucción masiva en toda regla. Someone like you, de Adele.


A estas alturas deberíais estar recordando alguna relación pasada o a alguien a quien tenéis lejos, quizá metidos en la cama echando unas lagrimillas o buscando en las páginas amarillas en teléfono de un buen psicólogo (qué demonios, todos tenemos un amigo psicólogo en paro). Si no es así es que el efecto repetición os ha insensibilizado contra los cortavenas masivos. Tendremos que hacernos nuestra propia lista, ¿os empiezo una y la seguís?

BONUS TRACKS:
- Nick Cave & The Bad Seeds, Into my arms
- Nacho Vegas, La pena o la nada
- The Magnetic Fields, All my little words
- Damien Jurado, Cloudy shoes
- ... (aquí tu hit cortavenas)

6 comentarios:

  1. Yo propongo:
    - "Blu notte" de Carmen Consoli, para defender un poco el PMB de Italia
    - "Winter" de Tori Amos, porque las modernas americanas de principio de los 90 que querían cortarse las venas se hacían el pelo pelirrojo y luego escuchaban esta canción

    ResponderEliminar
  2. Me hago pequeñita, pequeñita, pequeñita al escuchar Society de Eddie Vedder
    http://www.youtube.com/watch?v=xNaaQDrUfwc

    Y ya si es el pack película "Into the wild" (Hacia rutas salvajes) + banda sonora, es como tú dices, el festival de "la alegría de vivir"

    Sara G.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jo, sí, también es de las de apartar los objetos cortantes de tu alcance... :___(

      Eliminar
  3. El cantautor més baixoner del món, Espaldamaceta, com demostra la seua cançó "Ahora que la mierda ya me llega hasta los ojos"...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sé si el más, pero hace méritos para estar en el top...

      Eliminar