martes, 30 de octubre de 2012

Colaboraciones made in Hell

Por una u otra razón, hay una frase que siempre tengo que acabar recordándome a mí misma: ten cuidado con lo que deseas... Y es que, después de decir aquello de que este blog no lo leía nadie, empezásteis a manifestaros. Una buena mañana me desperté y... London calling!, tenía un mensaje de M. en el que me conminaba a incluir en mi siguiente entrada el vídeo de Christina Rosenvinge para Purificación García. Me froté los ojos, todavía medio dormida, y pensé: “oh, cielos, qué habrá hecho esta mujer y sobre todo, ¿por qué no me habré enterado hasta ahora?” (gracias, M.). El caso es que ese icono indie de ascendencia danesa cual galleta de mantequilla ha colaborado en la última campaña de la diseñadora Purificación García con un vídeo súper cool ambientado con un fondo musical de Portishead también súper cool, como ella misma.

christina rosenvinge

No me acababa de atrever a incluir algo tan etéreo aquí (aunque mira, ya lo he hecho), pero esto me trajo a la memoria otras colaboraciones memorables que hicieron vibrar nuestros corazones, quizá más por la arritmia provocada por el impacto que por la emoción en sí. Con las colaboraciones pasa un poco como los trabajos en grupo, esto lo sabe cualquier estudiante. En principio parece una buena idea aunar fuerzas y capacidades para conseguir una sinergia creativa, pero a la hora de la verdad te das cuenta de que no es tan fácil. Y es que la música no es matemática.

¿Que por qué digo que la música no es matemática? Porque para empezar aquí se da que, a veces, más por más es igual a menos. Me explico: ego, artistas… son cosas que no pocas veces van de la mano. Y no digamos en el caso de las divas de la canción. Como Mónica Naranjo y la recordada Rocío Jurado, paradigmas las dos de la cantante volcánica con chorrazo de voz. Pues bien, cuando dos intérpretes de esas características deciden poner toda la carne en el asador y pasar de un dueto a una pelea de gatas para ver quién puede más, la cosa corre el riesgo de salirse de madre en cualquier momento, con los consiguientes gallos, alaridos y desgarros vocales. Una vez que lo hayáis escuchado, no podréis olvidarlo (por cierto, la orgía de gritos empieza en el minuto 4:30).


También puede darse el efecto contrario y, respondiendo esta vez a las leyes matemáticas, menos por menos resulta ser igual a más. Menos, porque es difícil, y creo que no descubro nada, tener menos voz que Sara Montiel y Alaska, y más, porque Sara siempre, siempre, siempre es más. No se puede ser más barroca, no se puede pasar más del playback, no se puede llevar con más arte el leopardo y no se puede más en general y en concreto. Alaska hace lo que puede, pero le falta ese paso por Hollywood que te da tu buen rebozado de glamour. Fangoria con Sara Montiel, Absolutamente (2009). 


Con ciertas combinaciones el resultado es mucho más incierto, y enseguida entenderéis a qué me refiero; ¿recordáis cuando Ana Botella decía aquello de que no se pueden juntar peras con manzanas? Pues era mentira (y no me refiero a la pera nashi que, contrariamente a la creencia popular, no es un cruce de pera y manzana). Lo que no se puede juntar es a Willie Nelson con Julio Iglesias. O lo que es lo mismo, una leyenda del country con… Julio Iglesias. No se puede juntar la chaqueta cruzada y el pantalón sobaquero con los shorts cortados y el sombrero de cowboy, o sí, pero allá cada cual con su conciencia. Todo esto pasó el 4 de julio de 1986 sobre un escenario de Austin, Texas, y aún permanece fresco en nuestra memoria: To all the girls I've loved before.


Pero lo mejor de las colaboraciones es que, para cagarla, a veces no tienes ni que esforzarte. Tú te quedas sentada en tu casa viendo el programa de Mariló Montero o lo que sea, y otros cogen tus temas y los remezclan. Eso es lo que hizo Isabel Pantoja con los Pumpin’ Dolls, un dúo de productores a los que recordaréis (o no) por sus colaboraciones con decenas de renombrados artistas. Allá por 2005 ellos le dijeron: “Isabel, ¿te remezclamos?” y ella contestó: “ah, pues vale” (esta recreación no es necesariamente exacta). Su remix de Se me enamora el alma ha quedado como un clásico para los amantes de la canción extraviada. Como dato diré que, ese mismo año, los Pumpin’ Dolls se separaron.


Pero no se vayan, aún hay más. Quizá la respuesta no esté en las matemáticas, sino en otras ciencias. Y eso lo sabe bien Paulina Rubio, protagonista ella misma de colaboraciones de infausto recuerdo. Como dice en Y yo sigo aquí: "tu química con mi piel hace carga positiva, tu química con mi piel hace carga positiva, y cuando me acerco a ti hay una bomba explosiva". Pues cuidado con esas reacciones, porque sus efectos pueden ser devastadores, como los que se derivan de este dueto de Raphael y Alejandro Sanz, y lo digo arriesgándome de que las fans de Sanz me llamen pendeja ignorante. Hay cosas que deberían quedarse donde están: La fuerza del corazón en los 90, Raphael en su repertorio y Alejandro en Miami y sin acceso a estudios de grabación. Lo digo como lo siento.


Sé que me dejo muchas colaboraciones infernales, seguro que todos recordaréis alguna, pero lo cierto es que la resistencia humana tiene un límite, no queráis ponerlo a prueba. El caso es retener la idea. ¿Recordáis ese momento de la noche en el que no identificáis realmente qué os puede haber sentado mal? Es porque hay demasiadas posibilidades. Mezclar es peligroso, si no sabes cómo..

miércoles, 24 de octubre de 2012

Yo! Horrorismo in da house

Empezaré por el principio. Hace unos días tuve una madrugada un poco rara. Volvía a casa después de una fiesta de despedida (no de soltera, sino de decir bye bye, hasta otro ratito), tenía una hora muerta antes de coger un tren, estaba un pelín tristona y dormir era de una utilidad cuestionable. ¿Qué podía hacer? Pues sacudirme un poco el melodrama, preparar café, buscar entre los canales marginales de la tdt la mejor teletienda, descubrir que existe un producto llamado “Pest Reject” que te quita todas las plagas, hasta las bíblicas, y darme cuenta de lo bajo que había caído, cambiar a la MTV, confirmar que hay mucha mamarracha suelta, revisar mis archivos de música fecal y encontrarme verdaderas perlas de lo estupefaciente (que viene de estupefacción − pasmo, estupor).

Ya hablé hace un tiempo de mis tácticas disuasorias para engañar a la mente y dirigir los pensamientos hacia el vacío más absoluto, ese agujero negro donde se diluyen las penas y la incredulidad ante lo visto lo ocupa todo. Pero aquel sábado que ya era domingo descubrí algo nuevo: el estado de aturdimiento conseguido por piezas como Marikona se logra aún más rápidamente con determinados estilos (y confieso también que esa revelación fue inspirada por la MTV, como no podía ser de otra manera). La respuesta, amigos, tiene tres letras: RAP.

rapero

A ver, aclaremos esto. No vale cualquier cosa. Hay que seleccionar y, como siempre, lo mejor es lo que está en lo más hondo del cajón. Pero empecemos con un poco de historia: el rap, uno de los pilares de la cultura hip hop, nació a principios de los 70 del siglo XX en el South Bronx neoyorquino, y consiste, a (muy) grandes rasgos, en recitar una serie de rimas sobre una base rítmica. Hasta ahí bien. Pero todo en este mundo es susceptible de ser pervertido.

Parece mentira pero es verdad, desde las calles del Bronx el rap hizo un largo recorrido, se extendió por el mundo y llegó hasta las pistas de pádel de La Moraleja. Y ahí estaba, para recibirlo, Álex Lecquio, hijo de un famoso aristócrata y una presentadora/bióloga. Quién iba a decirnos que Álex, a quien hacíamos un vulgar pijo, era un real gangsta, con su gorra, sus baggy pants dejando ver bóxers y six pack, y todos sus complementos. Lecquio, bro, “the kid of the two bite microphone”. En Game on (2011), en la que colabora con Wase -N- Jay Sánchez, habla de Antena 3 y Telecinco y de su dura vida de niño sobreexpuesto.


Para los más escépticos, debo decir que Álex se lo tomó en serio y ha continuado con su carrera musical allende los mares. En Corrupción en la mente humana (2012) da rienda suelta a su sensibilidad y nos muestra su otra cara, la de filósofo, para brindarnos su visión de la vida desde "un microcosmo [sic] llamado Duke". Con esta os va a emocionar, si no es que no sé nada de música.


Pero ojo, esto va más allá, the kid of the two bite microphone no es el único referente high class de los raperos ibéricos. Hay un hombre en España que lo hace todo, como decían los Astrud. Hay un hombre que lo mismo te vende un cartón de gazpacho que te presenta un programa en La 2 (en esto se parece a Eduard Punset más de lo que muchos querrían admitir), un hombre que es el terror de las madres de las nenas, que es capaz de seducir a cualquiera, y digo cualquiera, con su voz aterciopelada, y cuya entrada en Wikipedia es, literalmente, para mear y no echar gota (parentesco con Cristóbal Colón incluído). Ahora que lo pienso, es natural que un hombre así haya sido el "muso" de esta oda de Swaggerao. Porque Bertín Osborne (2011) lo peta.


Pero no todo va a ser polo y pantalón de pinzas. Aún hay quien mantiene las esencias, rappers que siguen fieles a los orígenes y que hablan de la dureza de la calle, de delincuencia, de pobreza y discriminación. La autenticidad tiene su recompensa y por eso El Tito MC es leyenda. Porque es capaz de grabar un videoclip entre la puerta de Isla Mágica y un túnel de lavado y porque sabe escribir rimas como esta: “soy astuto, yo disfruto, llámame puto, yo insulto, yo mato, tú pones y yo quito, mira, estoy tan bueno que podría ser un prostituto”, que despliega en La raza (2008). Tiene éxitos más recientes, pero este es el que lo elevó a los altares del emceeing. Así es el Tito. El que te focka, el que te parte la boca.


Lo sé, os he dejado en shock. Os había advertido que en este recorrido os iba a llevar por el fondo del cajón. Y es que el rap tiene una característica que lo diferencia de otros géneros. Hay cosas que admiten cierto camuflaje en forma de ornamentación instrumental, de producción barroca o como queráis llamarlo. El rap no. Y por eso, como saben los que saben, cuando es mal, es muy mal.. Como consecuencia de esa característica, meterse a rapero por las bravas es peligroso, aunque la intención sea buena. Esto es lo que les pasó a Jordi Forever Young Hurtado y su equipo de Saber y Ganar en 2010. Tres preguntas rapeadas, ojo, inspiradas por las camisetas del concursante. Una, sobre la fiesta de Moros y Cristianos "que se celebra en Alcoy, que se celebra en Alcoy", otra sobre el Dalai Lama, maestro espiritual cuyo liderazgo "es del todo genial" y una tercera sobre el ciclo reproductivo de la gallina. No… no puedo, no sé, no sé comentar esto. Solo diré que eleva el concepto "vergüenza ajena" a niveles difícilmente concebibles.


Bueno, ya os imagináis cómo acaba mi historia. Evidentemente no perdí el tren. Estos vídeos y el café produjeron en mí el efecto estupefaciente (otra vez, no tiene nada que ver con las drogas) deseado y llegué a la estación totalmente despierta y repuesta de mi pequeño bache. Pero no lo voy a repetir, en el tren sufrí un efecto rebote, me dormí y tuve sueños raros. Me pasa por hacer experimentos.

jueves, 18 de octubre de 2012

Campaña musical bruta

Mediados de octubre de 2012. Echando cuentas, llevo casi dos meses escribiendo este blog, ergo ha llegado ese momento crucial de hacer balance: ¿En qué he contribuido al desarrollo de la cultura? En nada de nada. ¿He llegado a una gran cantidad de lectores? En absoluto, esto no lo lee ni el Tato. Entonces, ¿por qué sigo escribiendo? Pues porque al parecer tengo una inusitada capacidad para comprometerme con tareas inútiles. Y también, claro, porque me sirve de terapia: tantos conocimientos irrelevantes acumulados a lo largo de los años tienen que salir por algún sitio para que la cabeza no me reviente como una palomita (aunque eso signifique que vosotros tengáis que cargar con un poco de esa molesta autorreferencialidad en la que acaba cayendo casi todo blogger). Me temo que lo de la autorreferencialidad tiene mala solución, tendréis que seguir soportándola, pero para intentar corregir la falta de utilidad del blog, de vez en cuando voy a intentar seguir conectándolo con la actualidad.

botorrita

Ahí afuera, aunque no nos guste, hay un mundo, y en ese mundo pasan cosas. Sin ir más lejos (rescate aparte, de eso ya hablamos), que se acercan las elecciones. ¿Cuáles? ¡Todas! Las de Galicia, las del País Vasco, las de Cataluña, las de Estados Unidos… Así que me parece el momento ideal para hacer algo que tenía muchas ganas de hacer. ¡Mi primer ranking! Un TOP 10 de canciones relacionadas con el universo de la política, porque no hay nada que pueda igualar el grado de mamarrachez que ciertos políticos alcanzan diariamente. Pero no esperemos más y vamos a ello:

10 - En el último puesto de la clasificación, porque alguien tiene que ocuparlo, Los Limones con su canción para la campaña del PP gallego: Veña Galicia (2012). Rock electoral en estado puro. Fofo, un pelín vergonzoso y con ripios infumables, ¡como debe ser!


9 - No sé a vosotros, pero a mí, cuando veo a un político abrazando gente, un escalofrío me recorre la espalda. Eso es lo que pasa en el videoclip de Súmate al cambio, canción oficial de la campaña de Piñera para las presidenciales de Chile en 2010. Pero esa melodía es tan juguetona...


8 - En un meritorio octavo puesto Obama Boy, que toma el relevo de Obama Girl (2008) y repite con I have a crush on Obama. Porque Barack sigue teniendo ese algo:


7 - Los republicanos también saben hacerlo. William Tapley merece un puesto en la lista con su canción-advertencia en favor de Mitt Romney: o él o el fin del mundo. Aunque el sonido de ese Casiotone hace que el Apocalipsis resulte apetecible:


6 - Europa se quedará atrás económica y socialmente, pero musicalmente mantiene el tipo gracias a grandes hitos de la canción de campaña como Meno male che Silvio c'è (2008), a medio camino entre el himno de iglesia (esto es anterior a los escándalos sexuales de Berlusconi) y We are the world. ¡Ahora también en versión karaoke!:


5 - Mariano Rajoy es un político con carisma, visión y savoir faire, por eso le dedican canciones no solo en España, sino también en Colombia. Después de Mariano Rajoy, contigo estoy, llega Gerjes Armando con el vallenato Rajoy Presidente. Dance to Mariano's song:


4 - ¿Quién dijo que la música no tiene cabida en la política local? En el PP de Tarragona saben que sí, y en las municipales de 2011 prepararon esta versión del tema de Lady Gaga Alejandro (por Alejandro Fernández, "un nuevo alcalde que se preocupa por ti"). Pese a esta baza aparentemente infalible, el candidato no acabó de cuajar en las urnas:


3 - Las FARC también irrumpen en el panorama musical con una deliciosa pieza de terrorismo musical pre-conversaciones de paz, endiabladamente contagiosa, en la que ponen a caer de un burro al gobierno colombiano. El estribillo es oro puro. Nos vamos para la Habana:


2 - Rozando la cabeza de la clasificación, un clásico de la canción electoral, pegadizo y sabrosón como el Comandante Chávez, a quien está dedicado. Es de 2006, pero a la vista está, funciona. Su sucesora,  Chávez, corazón del pueblo, no le llega ni a la suela de los zapatos. ¡Uh! ¡Ah! ¡Chávez no se va!:


1 - Escribir una canción de campaña es fácil, solo hace falta simpatizar con las ideas del candidato. Lo difícil es escribir una canción de rendido amor. Amor por tu presidenta. Amor por Cristina Fernández de Kirchner. Si esto no merece el número uno, que baje Dios y lo vea. Ruego audición completa:


No sé si estaréis convocados a alguna de las elecciones que se celebran próximamente. No pretendo ser líder de opinión, ni influir en el voto de nadie. Pero antes de depositar la papeleta en la urna, pensad: ¿era su estribillo lo suficientemente pegadizo? Nada más que decir.

lunes, 15 de octubre de 2012

VOM (Versión Original Masacrada)

Hace unas semanas, mientras asistía a la inauguración de una tienda de ropa en mi ciudad (años atrás, durante mi etapa de Erasmus – la ahora amenazada beca Erasmus –, perfeccioné el arte de la detección de meriendas gratuitas, porque no estábamos para tirar y seguimos sin estarlo), decidí poner a prueba mi habilidad manual abriendo una botella con un abrebotellas. Botella-abrebotellas, parecía un buen comienzo. Pero el artilugio en cuestión no era normal. Lo juro, me he dejado los ojos buscando en Google una imagen de un abrebotellas como ese. No la hay, eso ya no se fabrica y ni siquiera ha quedado como objeto digno de documentar. Una varita de metal de borde redondeado, acabado en un triángulo con una minúscula pestaña teóricamente destinada a sujetar el borde de la chapa para hacer palanca sobre ella.

William Painter

Supuse que era un abrebotellas vintage, a juego con la tienda, y decidí probar pese a las dificultades que preveía. Todas se cumplieron: el borde redondeado resbalaba sobre la chapa y la pestaña era demasiado pequeña para poder hacer fuerza. La chapa se coló a través del hueco de la estructura triangular y el cuello de la botella quedó encajado, sin que yo pudiera hacer nada para rescatar el abridor ni, por supuesto, para sacar la chapa. Quise que la tierra me tragara. Pero no fue culpa mía, sino del diseñador de aquella VERSIÓN FALLIDA del abrebotellas. Todos somos muy creativos, todos pensamos que lo podemos hacer mejor, pero no siempre es así.


De la cantidad sale la calidad, y está claro que la innovación surge del riesgo, pero ojo con los versionadores demasiado osados, que igual que te dan su visión del abrebotellas y te dejan en evidencia en cualquier evento, te la dan de sus canciones favoritas y se quedan tan anchos. En esto de versionar hay varias alternativas, y todas pueden llevar al desastre más absoluto, a veces limítrofe con el anhelado triunfo. Hagamos un repaso. 

Una de las opciones consiste en traducir la letra de la canción a la lengua materna de uno, por aquello de hacerla más comprensible. Gizele Silveira, más conocida como Madonninha, lo hizo así (al pie de la letra) hace más de una década, cuando era una inocente niña que soñaba con emular a la Ambición Rubia en su lengua vernácula. Gizele, que evidentemente no conocía las diferencias entre lenguas germánicas y romances, consiguió la cuadratura del círculo en Em busca da vitória (1998): encajar frases como “você sabe que estamos vivendo num mundo materialista” donde antes  iba “you know that we are living in a material world”. Lo grave es que años después, con la cabeza teóricamente más en su sitio, reincidió, junto con los Canibalistas, con una versión de Oops!... I did it again, de Britney Spears. Madonninha no es la única, pero es la más grande. La pesadilla de los traductores, el Armagedón del pop.


Otra opción es la adaptación. Uno asume que la fonética, la sintaxis, la morfología y la lógica más elemental no están de su lado a la hora de traducir y decide reescribir la letra partiendo de cero pero manteniendo, más o menos, el sentido de la canción original. Y aún se puede dar un paso más: adaptar la canción a un género diferente. Ese es básicamente el proceso por el cual Bad romance, de Lady Gaga, puede llegar a transformarse, previa “merenguización”, en Quiero tu amor (2011) de Relambio, dominicano residente en Estados Unidos. Al vídeo no se le puede reprochar nada. Jamás una barbacoa y una caseta de piscina conocieron mayor gloria. La carne que Gaga utiliza para vestirse es aquí clave argumental, tal vez sea un homenaje. La buena noticia es que no nos hemos movido de la categoría del éxito pachanguero, la mala, que esto sucedió de verdad.


La tercera vía pasa por acoplar la canción, con todas sus consecuencias, al sentir personal del artista. En román paladino: cagarse en todo y conservar solo la línea melódica. Sentirse libre, hacer un Cecilia, CREAR. Como Coco, artista multidisciplinar argentino perteneciente al colectivo Plop, que organiza fiestas temáticas en Argentina (yo quiero). Coco, que alcanzó la fama con su versión de Umbrella, de Rihanna, rebautizada como Paragua, se atrevía en 2009 con Kylie y The one. Y aquí lo siento pero me pongo de parte del versionador. Es una debilidad, no puedo remediarlo. He buscado argumentos para defender a Kylie, pero ya no es la de Loco-motion; cuando se empezó a acartonar su cara, su música lo hizo también. Coco y Roxxx son la perfección con acompañamiento de flauta de Pan, el que no lo quiera ver que no lo vea.


En fin... hay una última opción, pero soy incapaz de describirla. No sé cuál es el objetivo. Ni el método. Ni los materiales. Supongo que es el Mal por el Mal. No sabía siquiera si debía incluir algo así aquí, pero supongo que si habéis llegado a este punto sois capaces de soportarlo. Existe un versionador legendario que se atreve con cualquier cosa, un cantante capaz de convertir cualquier canción en una masa informe de notas, de sonrojar a cualquier amante de la versión original: Pitingo. Pitingo ha versionado a los Beatles, a Diana Ross, a Roberta Flack y Nirvana, y siempre con el mismo resultado. Lo suyo no tiene nombre. Kurt, Kurt, ¿por qué te fuiste dejando desprotegidas tus canciones? ¿Por qué Bebe y Ramoncín profanan tu memoria? ¿Y por qué, y cómo, se le ocurrió a Pitingo que podía salir algo positivo de una versión pseudoflamenca de Smells like teen spirit?


Björk dijo hace años, preguntada por su opinión acerca de versionar canciones ajenas: “si no vas a mejorar el original, no lo hagas”. La cita no es textual, pero creo que no me la he inventado del todo, sería una señal de decadencia mental un poco temprana. El caso es que Björk, con el tiempo, también hizo cosas que igual no debería haber hecho, en su afán por innovar (Björk, nunca te perdonaré Volta). Ah, y al final mi amigo G. fue capaz de destapar la botella con ese mismo abridor, así que… qué sé yo. Si no puedes parar de crear, igual deberías hacerlo. Pero con precaución.

martes, 9 de octubre de 2012

Looking back in resquemor

¿Habéis vivido alguna vez ese momento en el que tus padres y tus amigos se juntan en un mismo lugar y a ti te entra la ansiedad ante ciertas potenciales conversaciones? Seguro que sí. A mí me pasó hace poco. Me di la vuelta un segundo y cuando volví a mirar ahí estaba mi madre, hablando con A. y G., que me miraban y sonreían de manera inquietante. De hecho, G. sonreía y A. abría abría mucho los ojos al mirarme. Los ojos de A. decían: “oyoyoyoyoy”. Sí, mi madre les estaba contando cosas de cuando yo era pequeña, mi ansiedad era justificada. Los padres hacen esas cosas porque te quieren y se sienten orgullosos de ti, tengas 15 o 65 años. Pero a ti, indefectiblemente, te da vergüenza.

resquemor

Desconozco el mecanismo por el cual el ser humano tiende a avergonzarse, aunque solo sea un poquito, de su pasado. Seguramente Eduard Punset, que explica científicamente cosas como el fenómeno fan, la causalidad de las casualidades o el doble horneado del pan de molde, tendrá una respuesta para esto; yo me limito a constatarlo. A la gente le gusta decir que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero luego esconden sus fotos ochenteras con hombreras king size y gafas de violador. Es así. Los cantantes siguen ese mismo proceso y suelen renegar de sus inicios, a veces con bastante buen criterio. Sin embargo, a nosotros nos gusta recordarlo porque, como si fuéramos sus padres, les queremos. No, no, es porque tenemos muy mala baba.

Hay casos muy sangrantes de negación del pasado, como el de Alejandro Sanz. Yo, personalmente, lo respeto pero no lo comparto, o lo comparto pero no lo respeto, no lo tengo claro. Lo comparto, o lo que sea, porque ese pasado muy, muy bizarro y bastante casposo, aunque no lo acabo de respetar porque (y esto es una opinión particular) su presente tampoco es como para tirar cohetes (“yo soy la calle donde te lo encontraste a él” ¿?) y se siente bien orgulloso. En fin, como la mayoría de vosotros sabréis, Alejandro fue, antes que Sanz, Magno. Como el brandy. Y en aquellos tiempos era una mezcla entre Paco Clavel, Locomía y La Húngara, una cosa bastante almodovariana y mucho más moderna que su estilo actual. Hoy Alejandro, quizá recordando aquellos tiempos, o quizá debido a un acto fallido, titula su último disco La música no se toca. Pero a mí me gustaba más Los chulos son pa’ cuidarlos (1989).


Si tu familia está metida en el mundillo artístico, tu padrino es Lucchino Visconti y tienes un apellido con el que puedes hacer lo que te dé la gana, la verdad es que te está muy mal no dedicarte a la farándula. Miguel Bosé, Papito Papitwo ya sin ir más lejos. Miguel, que vive en los últimos tiempos, para alivio de muchos, más dedicado a su faceta familiar que a la musical (es papi de two hijos, por si no habíais pillado el juego de palabras), consagró sus años mozos a formarse como artista en escuelas de París, Londres, Nueva York y Roma. Si la formación no le merecía la pena, al menos el viaje sí. Uno de sus primeros éxitos fue este Linda (1977), del que si bien es cierto que el cantante nunca ha renegado, cabe destacar que es uno de los temas más cínicos de la historia de la música. Básicamente un tipo que le recuerda a su churri, antes de que “se unan sus cuerpos”, que está pensando en otra. Pero que vamos allá. A ver qué cara se te queda si te sueltan eso. O igual es que no lo entendemos bien,como él no entiende el 80% del indie.


Otro caso de pasado bastante enterrable y sin embargo no enterrado (eso es un ejercicio de valentía que hay que reconocer) es el de Melendi.  Melendi, nacido Ramón Melendi Espina, a la sazón compañero de clase de Fernando Alonso, ha virado su carrera (todo en teoría) hacia el rock, se ha planchado el pelo, se ha apuntado al gimnasio y se ha convertido en un tipo duro a lo Bon Jovi (sí, esa comparación es lo que es) que canta a barbies de extrarradio. Pero, años ha, Melendi era un tirillas con unas rastas bastante sospechosas que se dedicaba al flamenquito, con el que cosechó grandes éxitos como este Mi rumbita pa’ tus pies (Sin noticias de Holanda, 2003), que era lo que él decía que petaba la radio. Inexplicablemente, no se equivocaba y, más inexplicablemente aún, la sigue petando.


Sé que voy a entrar en un terreno pantanoso. Pese a que para algunos son un referente en cuanto a moda, otros muchos desearían que los 80 no hubieran existido nunca. Pues no puede ser. Si los 80 no hubieran existido, muchas personas, entre ellas servidora, no habríamos nacido, con lo que sería imposible que yo estuviera escribiendo esto y totalmente incoherente que vosotros lo leyérais, lo cual crearía una paradoja espacio-temporal que podría hacer que el Universo implosionara. Si mis conocimientos de astrofísica no me engañan, claro. Así que lo siento por Thalía y Paulina Rubio, que tuvieron su momento de gloria como estrellas adolescentes en el grupo Timbiriche. Melenazas cardadas, maquillajes imposibles, el glamour de la lycra, el ídolo adolescente, Quinceañera. (1987). Y aún lo son. Ídolos, no quinceañeras.


Al final de todo, esto me va a servir para confirmar mi teoría: YouTube son los padres. Es decir, que YouTube es como esos padres que guardan tus fotos vestida de espantaja (no era culpa mía, era mi padre que combinaba mal los colores), o en la bañera metiéndote el pie en la boca, y cuando menos te lo esperas se las enseñan a todo el mundo. No tiene por qué ser tan malo, puedes aprovechar para reírte tú también. Pero, en todo caso, no, cualquier tiempo pasado no fue mejor. El presente (y quién sabe si el futuro) pueden estar, al menos, relativamente bien. Qué demonios, pueden estar hasta muy bien. Así que ánimo y buena suerte. 

lunes, 1 de octubre de 2012

The Financial Crisis Times

¿¿¿¿Os habéis enterado de que estamos en crisis???? Es broma. Por quitarle hierro al asunto (antes de tener que empezar a quitarle cobre). Hace ya unos cuantos años (y parece que fue ayer) que desayunamos nuestras tostaditas, nuestro café con leche, nuestras cifras de la prima de riesgo, nuestra caída del índice bursátil, nuestro número de parados y nuestros recortes. A mí siempre me había sentado un poco mal la leche, pero últimamente casi más lo otro. Debo aclarar que para temas económicos soy bastante torpe, no obstante, no quiero que nadie pueda decir que este blog da la espalda a la realidad y por eso he buscado la colaboración de un experto en temas económicos (de bajo coste pero de altos vuelos, como Ryanair pero en bien). Nuestro experto, un profesor de Economía que ha preferido permanecer en el anonimato y al que llamaremos Deep Throat, ha preparado una sencilla explicación de la crisis de la deuda para que todos, incluso los que tenemos una capacidad de comprensión limitada, podamos entender de qué va esto. Atentos:

“28 meses después de que el primer rescate a Grecia fuera anunciado, los 145 billones de euros prestados, la negación de que otros países tuvieran problemas de solvencia y los debates entre los líderes políticos europeos han conseguido un resultado importante: la crisis no solo no se ha solucionado, sino que cada día empeora.

¿Cómo hemos llegado a este punto? Las causas de la crisis “de la deuda pública” son distintas entre los PI(I)GS. Grecia ha acumulado déficits públicos importantes en parte maquillando sus cuentas. En Irlanda el gobierno tuvo que pedir el rescate porque, al estallar la burbuja inmobiliaria, para salvar dos bancos que prácticamente se habían hecho más grandes que las cuentas públicas, todo se jodió. Portugal tiene problemas parecidos a los de Grecia: bajo crecimiento, escasa competitividad – que no puede restablecer devaluando su moneda, dado que está en la Eurozona – y un elevado déficit público. España creció en buena parte drogándose de cemento, y cuando la burbuja estalló y la gente empezó a perder su trabajo las cuentas públicas empeoraron enseguida, mientras el gobierno negaba que hubiera una verdadera crisis. E Italia lleva 16 años sin crecer y con una de las deudas públicas frente al PIB más altas del mundo. Pero al final el resultado es el mismo: problemas del sector privado que afectan a las cuentas públicas, o al revés.

PIGS

¿Qué les importa a los nórdicos rescatar a los “Cerdos”? Pues mucho. Porque gran parte de la deuda de los PIIGS está en sus bancos, que la financiaron sin enterarse – o no queriendo enterarse – de que eso no era sostenible. Entonces, si caen los PIIGS, caen los grandes bancos de Alemania y Francia, primero. Algo parecido le ha pasado a la pobre Chipre: sus dos bancos tuvieron que ser nacionalizados porque la pérdida de valor de los bonos griegos que tenían en sus cajones los dejó sin un duro. Y por esto Chipre pidió el rescate, aunque nadie se haya enterado. Como España, salvo que ésta tuvo que pedir el rescate para nacionalizar un banco cuyos dirigentes – y políticos relacionados – simplemente lo habían hecho fatal.

Pero el problema principal – y en esto las cosas sí empeoran cada día – es que los politicos europeos tienen la tendencia a negar la evidencia. Cada rescate – incluso el de Grecia – fue anticipado por unas largas semanas en que todos, gobiernos, BCE, FMI y Comisión Europea, se precipitaban a decir que el rescate no era necesario. Y luego, puntualmente, llegaba el rescate. Eso ha hecho las declaraciones de los líderes europeos sobre el tema no solo no creíbles, sino increíbles. Y el mayor riesgo que Europa tiene ahora es lo relacionado con su pérdida de credibilidad, y de la confianza de todos: gobiernos extranjeros, mercados financieros pero sobre todo y por encima de todo, sus propios ciudadanos.” – pero dejadme ilustrarlo con música:


Así está el tema. Pero no hay que agobiarse. Yo, que pasé una temporada sin leer los periódicos ni ver los telediarios porque las noticias económicas me producían ansiedad, estoy mucho más calmada y receptiva a la actualidad a medida que se acerca el Apocalipsis Maya. Para los que no seáis tan optimistas como yo… tranquilos, la contaminación también quita muchos años de vida. Lo que está claro es que la crisis nos afecta a todos. Ni siquiera Eurovisión ha podido mantenerse ajena a esta cruda realidad. ¿Porque los participantes son más low cost que nunca? No solo por eso. En su edición de 2012, el concurso contó con la presencia del montenegrino Rambo Amadeus, que se autodefine como “músico, poeta y manipulador de los medios de comunicación” y, en este caso, trovador de la crisis del euro. Wikipedia dice que algunos de sus fans lo comparan con Frank Zappa. Yo no digo nada. Pero soy fan de su Euro-Neuro, donde dice, en pocas palabras, que te relajes y disfrutes de la refinanciación. Pues eso.


Spain is not different, como habéis podido leer. En todo caso, para mal. La desesperada situación económica hace que todos los sectores se resientan, desde (cómo no) el ladrillo hasta la cultura. En concreto, el IVA de las actividades culturales se ha visto incrementado de 8% a un inadmisible (en un país que se quiere civilizado) 21% (no, esto no hace risa). Ante esta brutal subida hemos conocido iniciativas de todo tipo: teatros que venden zanahorias en lugar de entradas para eludir el aumento de precio, directores de festivales de música que amagan con renombrarlos como partidos de fútbol y, cómo no, la clásica canción protesta, como esta de Maria Lapiedra: sutil pero argumentada y directa. No me subas el IVA, bájame las bragas. Política viral ejecutada por la ex candidata a la alcaldía de Les Borges Blanques por el Partit del Desig (PDD).


A pesar de todos los pesares, hay quien tiene muy claro que saldremos de esta, como Quique, un estudiante valenciano que ha compuesto para las Nuevas Generaciones del PP de esta su Comunitat una bonita tonada que lleva por título, justamente, De esta salimos. No estoy del todo en desacuerdo, yo también pienso que de esta salimos, lo que queda a elección de cada uno es el destino y el medio de transporte. A mí lo más cómodo me parece el avión. Creo que a él también, por eso que dice de que “no hay excusas para no despegar”.


Pero si todo falla, si al final no podemos salir, ni refinanciarnos, ni... bueno, dejemos el tema bragas, si no hay otra solución, siempre nos quedará la posibilidad de invocar al dinero como los indios y las señoras beatas invocaban a la lluvia: con plegarias. Igual no funciona, pero por intentarlo, que no quede. Al menos pasamos el rato.